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Cuevas de Waitomo , Nueva Zelanda


Esta cueva atrae cada año a cientos de miles de turistas desde hace ya 100 años porque ofrece algo más. Su atracción principal aparte de su belleza natural, es el inquilino que habita en esta cueva, nada más y nada menos que un mosquito el “Glowworm“.

El Glowworm es el nombre común que se da a varios tipos de insectos de larva que brillan a través de bioluminiscencia. Tienen una similitud a las luciérnagas que podemos encontrar en casi cualquier rincón del mundo.

Esta increíble cueva se creó por un movimiento de tierra, la roca se expuso al aire, se separaron y crearon grietas y debilidades que permitieron el flujo de agua a través de ellas. Con el paso de los siglos, el agua fue disolviendo la piedra caliza formando la cueva. El interior registra una humedad ideal para que se multipliquen los Glowworm.

La cueva está formada por tres diferentes niveles, vinculados por un eje vertical de 16 metros de piedra caliza. En el segundo nivel es mucho mas pequeño y cuando hay muchos visitantes, se suele cerrar por la acumulación de monóxido de carbono por lo que puede ser insalubre. Sin embargo, hay que llegar al tercer nivel para disfrutar del verdadero espectáculo. Se le llama "La Catedral” y es un área cerrada con paredes de roca de unos 18 metros de altura con una gran acústica. En mitad de la oscuridad (al visitar la cueva, te dan un casco con una pequeña luz) descubrirás estas maravillosas hileras luminosas de larvas.

Información y precios para reservar:


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